Nuestro deseo es una revolución. Imágenes de la diversidad sexual en el estado español (1977-2017)
- PRECIO: Gratuito
- FECHA: del 23 de junio al 1 de octubre de 2017
- Ciclo o programa: El porvenir de la revuelta
Algunas de las obras expuestas incluyen imágenes con contenido sexual explícito. Algunas de las secciones de la exposición no son aptas para menores de 18 años.
Una revisión de la cultura audiovisual LGTBIQ en España desde la primera manifestación en defensa de los derechos de gays y lesbianas en septiembre de 1977 en Barcelona, hito que marca el inicio de la militancia sexual en nuestro país, hasta el presente.
Nuestro deseo es una revolución muestra cómo diversas prácticas artísticas y discursivas gays, lésbicas y queer han combinado los lenguajes de las vanguardias artísticas y la iconografía y modos de hacer de las subculturas de la calle para politizar la representación del cuerpo y la sexualidad, para cuestionar el funcionamiento de las esferas pública y privada y para releer la historia hegemónica que invisibiliza a los sujetos marginales.
La vocación experimental y abiertamente política de la imagen queer ha quedado relativamente relegada en décadas recientes, tras los años álgidos de la crisis del SIDA, debido a la asimilación de la sexualidad gay-lésbica-queer a un nicho de mercado y al auge de reivindicaciones más orientadas a la gestión del ámbito privado (derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo) que a la transformación colectiva de la sociedad, como pretendía gran parte del activismo de los años setenta y del movimiento queer posterior. Frente a estas estrategias de normalización, esta exposición recuerda la tradición de experimentación formal ligada a la disidencia sexual en el arte, una experimentación motivada por la conciencia de que para dar cuenta de una revolución sexual y social sin precedentes, aún en marcha, había que reinventar los modos de crear y narrar, de articular imágenes y de utilizar los medios artísticos.
Imagen. Abajo la ley de peligrosidad social. José Romero Ahumada.
Fuente original: madrid.es